Dolor en la baja espalda? Secuencias restaurativas del Power Yoga

La baja espalda es una de las zonas más afectadas en las personas alrededor del mundo.

Se estima que más de 65 millones de norteamericanos sufren de dolor en la baja espalda y por ello, es la segunda razón más común  de visitas médicas, esto según  datos reseñados  en el libro “The lower back Bible”.

Conocer muy bien nuestro cuerpo es fundamental para lograr sanar estas dolencias, y este autoconocimiento, implica saber desde la conciencia, qué  posturas o movimientos debes evitar, o cuales realizar para aliviar las tensiones en esa área del cuerpo.

Nuestras lumbares están ubicadas en una zona que implica gran movilidad. A mayor rango de movilidad, mayor probabilidades de lesiones.

De allí parte uno de los protagonistas principales de estas lesiones, el músculo psoas. Situado en la espalda,  justo en las 5 vértebras lumbares, pasa por delante del hueso ilíaco (hueso superior de la pelvis) y se inserta en el saliente óseo que se encuentra debajo del hueso de la cadera.

Este músculo actúa como una especie de puente colgante entre el tronco y las piernas, transfiriendo el peso de arriba abajo y transmitiendo flujos energéticos en ambas direcciones. Su función es la flexión de cadera.

El psoas es  el eje físico de un cuerpo equilibrado y estable. Es un músculo vital en todo movimiento que implique equilibrio, rotación del tronco y de piernas; y en definitiva, cualquier movimiento general del cuerpo.

Por eso, los movimientos inadecuados y las malas posturas tienden a forzar el funcionamiento del psoas.

Muchos de nosotros pensamos erróneamente que el movimiento de las piernas empiezan en la cintura, es decir, que el tronco acaba donde empieza la cadera. Pero lo cierto, es que están interconectados por este músculo.

Estudiando a profundidad las llamadas “healing sequences” dentro del power yoga, conocidas también como secuencias sanadoras o restaurativas, se encuentran  herramientas claves para  ofrecer una práctica segura a quienes acuden a una clase de yoga con este tipo de lesiones.

Los practicantes  aprenden cuáles asanas ofrecen alivio, y  evitan movimientos que impliquen riesgos que causan el dolor en la baja espalda. Por ejemplo, cómo aprender a doblarse hacia adelante, hasta como sentarse y pararse protegiendo lumbares.

La postura del Guerrero III (que es la que aparece en la imagen) es una de las más beneficiosas para relajar el área afectada. Previene la artrosis lumbar y la artrosis dorsal, así como la cifosis. Tonifica los músculos de las piernas ( los corredores pueden ejecutarla y notarán un gran vigor en sus piernas).  Ayuda a la alineación de la columna y a mantenernos de pie sobre la planta de los pies, y mejora  nuestra postura estando parados. Además, nos ayuda a concentrarnos mejor.

No existen soluciones mágicas, todo requiere un esfuerzo de nuestra parte. Un compromiso con nosotros mismos.

La práctica del yoga debe ser continua, como cepillarse los dientes, es un hábito mental y físico.

Y para las dolencias de lumbares, las secuencia restaurativas conllevan una responsabilidad de hacerlas continuamente durante mínimo 12 días seguidos.

La mente revolotea todo el tiempo, nunca descansa, qué tal si te regalas un momento para aquietarla y permitir que tus células se renueven?

No más dolor en tu baja espalda.

Respira, siente y disfruta.