Durante las vacaciones siempre intentamos olvidarnos de todas las rutinas, pero si practicas yoga normalmente seguir haciéndolo es muy recomendable. De hecho, puede ayudarte a que desconectes aún más durante las vacaciones. Te lo contamos.
El yoga es una práctica que nació en Oriente, concretamente en la India. En los años 60 Maharishi Mahest dio a conocer esta práctica en Occidente centrada en la meditación mientras que Swami Sivananda iba ganándose el título de gurú fusionando y explicando los cinco principios básicos del yoga: la relajación, la respiración, el ejercicio, la meditación y pensamientos positivos. A día de hoy la técnica ha evolucionado y se ha terminado convirtiendo en un fenómeno mundial sin dejar de lado estos cinco principios básicos que le otorgan el galardón del ejercicio más demandados por las mujeres.
Quienes tengan la idea de que el yoga es solo realizar posturas, algunas de ellas casi imposibles, y ejercicios de respiración, se equivocan. El yoga busca conectar con la naturaleza, con nuestros orígenes, mantener el control de uno mismo mediante la respiración y la meditación que hacen posible que podamos realizar posturas que ni imaginábamos. Es, entre otras cosas, aprender a controlar las alteraciones mentales, reducir el estrés y desarrollar la espiritualidad.
Por todos sus beneficios, esta disciplina es perfecta en cualquier momento del año y también lo es durante las vacaciones, pues nos aportan tantas cosas buenas que incluso intensificará el poder reparador de los días de asueto.
Segun B.K.S Iyengar “Cuando inhalas, estas tomando la fuerza de Dios. cuando exhalas, representa el servicio que estas dando al mundo”.
Respira, siente y disfruta.