Cuando hablamos de yoga, hablamos de salud física y mental.
Hoy día, el yoga forma parte de las actividades que conforman el ahora, muy en boga “wellness”.
El término ha sido definido por el National Wellness Institute, con sede en Wisconsin, Estados Unidos, como «un proceso activo mediante el cual nos concienciamos y hacemos ciertas elecciones en vistas de una existencia más plena.»
La búsqueda del bienestar para con nosotros mismo implica una disciplina, una continuidad y un compromiso para con nosotros. Equilibrar nuestra alimentación e incorporar la actividad física, que nos permita drenar las altas dosis de estrés acumulado del día a día.
Al practicar yoga se libera la serotonina, lo que permite un mejor manejo del dolor, como el de la espalda baja(la segunda razón por visita médica en Estado Unidos) Nos sentimos alegres, felices, cuando bajamos la adrenalina se relajan los músculos, los dolores pasan, cede la contractura en mandíbula, y es por ello, que ejercicios como el yoga mejora nuestra actitud y nuestra relajación facial. Esto a su vez conlleva a alargar la aparición de líneas de expresión que muchas veces surgen debido a las contracciones musculares al gesticular.
El yoga nos enseña algo muy importante, respirar. Y es que respirar es vida.
Al respirar llenamos de oxigeno cada una de nuestras células. Los seres humanos en su mayoría no sabemos respirar. En la edad adulta se convierte casi en una obligación aprender a respirar. Debemos empezar a tomar conciencia de respirar a plenitud, con inhalaciones profunda y exhalaciones profundas, revitaliza las células.
Cuando inhalamos, el oxígeno entra a cada célula y al exhalar removemos el CO2.
El Dr. Eleazar Sheira, especialista en técnicas antiedad, en una entrevista que le hiciera en mi programa “María Consuelo al 100%” (puedes escucharme a través de www.fmclasicos.com) asegura que es fundamental el aprender a respirar y además el cuidar mantener una buena postura física.
Allí nos comentaba que el yoga nos induce a una postura correcta, a mantener derecha nuestra columna vertebral y especificaba que una columna recta, erguida, nos permite respirar mejor y a su vez, es una forma de combatir los efectos de la gravedad, por lo que todo tiende a descender, nuestra piel, nuestros músculos, y por ende, a medida que pasa el tiempo, nos vamos encorvando o empequeñeciendo.
Pero realmente lo que ocurre es que las vertebral se van juntando cada vez más y van perdiendo esos espacios entre ellas. Por ello, que en el yoga la columna sea la reina por decirlo así, en las asanas. Mantenerla activa es sinónimo de juventud.
Libérate del vicio del estrés y conéctate al yoga.
La gravedad de una manera u otra, hace que todo caiga.
Respira, siente y disfruta.